viernes

EFT liberación emocional

EFT por su sigla en inglés (Emotional Freedon Techniques) es una técnica que permite liberar las emociones negativas de nuestro cuerpo. Fue creada y divulgada ampliamente por Gary Craig , que la conoció a partir del Dr. Roger Callahan, de quién recibió lo que representó su introducción original a estos procedimientos y que fuera el primero en aportar estas técnicas al público.

El EFT y la Acupuntura son como primos. De manera que el origen de estas técnicas es milenario, más de 5000 años.

La calidad de vida de cualquier persona está directamente relacionada con su salud emocional, cimiento de la auto- confianza, el trampolín para lograr el éxito, la prosperidad y el crecimiento personal.

La técnica es similar a la acupuntura pero sin agujas. Consiste en dar golpecitos con las yemas de los dedos en los puntos terminales de los meridianos energéticos del cuerpo. La existencia de esos meridianos energéticos en el cuerpo ha dado mérito y sustento a muchas técnicas alternativas de sanación: reflexología, reiki, acupuntura, armonización de chacras, auriculoterapia etc.

Estas técnicas se dirigen al logro de la salud emocional. La salud emocional flaquea cuando el curso energético del cuerpo se ve interrumpido, alterado, bloqueado. Esto ocurre siempre por emociones negativas.

“La causa de toda emoción negativa es una ruptura en el sistema energético del cuerpo.”Gary Craig

                                         La verdadera causa de todas las emociones negativas está involucrada con el sistema energético del cuerpo. Este es un concepto importante, que transforma el paradigma, que compartimos sobre su origen. Nuestros cuerpos tienen una naturaleza profundamente eléctrica. Los mensajes y transmisiones a nuestro cerebro desde cualquier otra parte del cuerpo son eléctricos.

Nuestros sistemas eléctricos son vitales para nuestra salud física. Cuando la energía deja de fluir, nos morimos.

                                     La Humanidad lo ha sabido durante milenios. Hace alrededor de 5,000 años, los chinos descubrieron un sistema complejo de circuitos de energía que corren a través del cuerpo. Estos circuitos de energía o Meridianos, como se los llaman en Oriente, constituyen el centro de las prácticas orientales de salud y forman la base de la acupuntura moderna, la acupresión, y una amplia gama de otras técnicas.

Esta energía viene a través del cuerpo y aunque no la podemos ver, está allí fluyendo. No la vemos como tampoco vemos la electricidad que permite que tu PC esté encendido y puedas leer esto. Sin embargo, aún sin verla sabemos que la energía eléctrica permite que todos estos aparatos modernos funcionen. Es muy difícil hoy, concebir el mundo sin electricidad.

                                  El EFT consiste en golpear levemente sobre las puntas terminales de los meridianos energéticos, y podemos experimentar algunos cambios profundos en nuestra salud emocional y física. Este procedimiento en EFT se le conoce como “Tapping” . Hacer tapping mediante una técnica diseñada para reconstituir el flujo energético distorsionado por las emociones negativas nos abre un camino de plenitud que no imaginábamos.

                                  Realmente, el EFT o tapping hay que probarlo para comprobar su fundamento. Cuando lo practicas, encuentras que se disuelven, se diluyen esas emociones negativas que crean miedos, ansiedad, fobias, e incluso dolencias físicas. Gary Craig siempre dice “pruébalo con todo”.

Considero que al menos lo que Gary Craig denomina “la receta básica” puede ser practicado por cualquier persona sobre sí misma, solo aprendiendo la secuencia de tapping y algunos conceptos básicos para identificar sus bloqueos emocionales. Los resultados no se dejan esperar.

Te iré dando más información sobre esta técnica maravillosa.



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jueves

Cambia lo invisible

                            Lo que nosotros vemos, nuestra realidad es lo visible. Como lo vemos creemos que es así y rara vez nos preguntamos sobre el origen de nuestra realidad. Sabemos que una planta que emerge hermosa de la tierra, surgió de una semilla que está dentro de la tierra donde se esparcen sus raíces. Sabemos que necesita agua y luz para seguir viviendo. Pero, de dónde surge nuestra realidad, cada acontecimiento que ocurre en nuestra vida?

Vemos esa realidad pero no vemos su origen. Su origen es invisible. Sin embargo, esta realidad tiene que ser el efecto de alguna causa. La realidad exterior, lo que ocurre en el mundo físico es solo una impresión. Lo que vemos son los resultados. Así como de la planta vemos su hojas y flores.


                           Como seres humanos formamos parte del Universo, somos energía que fluye en ese infinito universo. Esa inmensidad es perfecta porque se rige por leyes perfectas. Todo es armonía en el Universo.
Los humanos la mayor parte de las veces, no nos alineamos con esa energía, provocamos bloqueos, que dispersan la energía por otros canales. La causa de nuestra realidad exterior está en nuestro mundo subconsciente como la planta en sus raíces.

Nuestros pensamientos, generan sentimientos, y en base a ellos actuamos. Nuestras acciones siempre dependen de que sentimientos provocan nuestros pensamientos. Esa raíz emocional, espiritual, que anida en nuestro subconsciente es la causa invisible de nuestros resultados. Es allí donde se origina nuestra realidad, nuestros resultados visibles, tanto buenos como malos, queridos o no.

                         De manera que, cambiar nuestra realidad, implica cambiar lo invisible. Nuestra realidad exterior sólo puede cambiar a partir de nuestro propio cambio. Siempre pretendemos cambiar a los demás, las circunstancias; y en realidad, somos nosotros los que debemos cambiar. Esa realidad que no nos gusta, la originamos con esa trilogía que mencioné: Pensamientos- Sentimientos – Acciones. Cuando llegamos a lo invisible para hacerlo visible a través de los resultados y modificamos allí la causa que crea una realidad no querida, ésta inevitablemente ha de cambiar.

                         Si nos quedamos esperando que los demás cambien, simplemente nada ocurrirá, todo seguirá igual. Esos “demás” están allí y de esa manera porque son el resultado de nuestro paradigma, de nuestros hábitos y creencias. Son a su vez un espejo en el cual podemos ver esa parte invisible.

Pregúntate frente a alguna cosa o persona que no deseas en tu vida: que pensamientos, sentimientos y acciones he estado teniendo para que esta persona o cosa esté en mi vida de esta manera? En la respuesta honesta, sincera a esta interrogante está el camino para cambiar tu realidad. Cambia en ti, en tu interior, en tus creencias, en tus pensamientos y sentimientos, lo que provoca esa realidad y la realidad (los demás) cambiarán. Cambia de pensamientos y cambiarás de sentimientos y como consecuencia verás un cambio en tus acciones, que son las que traen los resultados.


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Preocupados no avanzamos

                                 Recibiendo e-mails de los participantes del Curso-taller gratuito “ley de atracción paso a paso”, uno de ellos me inspiró la idea de escribir sobre este tema. Advertí que no lo había hecho y es un tema muy importante que nos afecta a todos: la preocupación.

La preocupación es una emoción, pero .... una emoción inútil. La preocupación es un mecanismo que nos mantiene inmovilizados en el presente por algo que está en el futuro y sobre lo que normalmente no tenemos ningún control. Nos paramos en el presente torturándonos con algo que estaría en nuestro futuro. Tiene además mucho de miedo, a esos acontecimientos que podrían ( o no?) pasar. Nos atamos a ese presunto hecho y no nos damos cuenta que cuanto más nos preocupamos, más quietos, inmóviles estamos en nuestro presente. No avanzamos.


          Preocuparse es consternarse hoy por algo que estará o no en el futuro. Podemos pasarnos el resto de nuestras vidas preocupados por el futuro y por mucho que nos preocupemos nada cambiará. Y claro, nada cambiará porque una emoción tan negativa como la preocupación no puede generar resultados positivos, ni acciones positiva. A veces hasta nos hacemos una especie de película de lo que acontecerá, con todos los detalles y hasta las posibles variables. Muchas personas llegan a enfermarse, de tanta preocupación por algo que les dijo su médico.

        La preocupación es un desgaste de energía inútil, porque para nada influirá en ese hecho del futuro. Genera angustia, estrés, agotamiento, ansiedad y muchas veces, fobias, y hasta padecimientos físicos. La preocupación forma parte de nuestro antiguo paradigma. Es una creencia que nos fue inculcada y que nuestro subconsciente ha aceptado como válido. Preocuparse es bueno, eh ¡!??

Dentro de ese paradigma (creencias y hábitos) que nos inculcaron la preocupación se nos enseñó como sinónimo de Amor: “Si la quiero, me preocupo por ella”; “como no voy a preocuparme si lo amo”; “ no puedo dejar de preocuparme porque los quiero mucho”. Nos enseñaron que la forma de demostrar el amor a nuestros hijos es “preocupándonos” por ellos, porque si no nos preocupamos qué clase de padres somos!
Pero, hay otras preocupaciones que nos inculcaron: la salud, hay que preocuparse porque si no, nos enfermamos y nos morimos; el trabajo, si no me preocupo me despedirán; la muerte de nuestro padres, la economía, el clima, la seguridad, envejecer, morir, etc.


                               La preocupación que nada puede hacer por el futuro, y sí malgastar tu presente inmovilizándote, paralizándote, muchas veces la usamos como excusa, una justificación para nuestras frustraciones, para evitar actuar, asumir riesgos, lanzarnos a la vida, encaminarnos hacia el objetivo.
            Cuántas veces decimos: “no puedo hacer nada, estoy tan preocupado”. Sirve para autodefinirnos o etiquetarnos como “buenos padres”, “buenos hijos”, “buenos esposos”, etc. por qué.....pues porque nos preocupamos.

            La preocupación nos trae una especie retribución sicológica por eso acudimos a ella. Como me preocupo soy un buen padre. Que mejor ocasión que el preocuparme para justificar porque como tanto si estoy pasado de peso, o si fumo, o consumo sustancias que crean dependencia. Dejo de comer, fumar, o consumir sustancias cuando no esté tan preocupado por esto o por aquello.

                                  La preocupación ayuda a evitar el cambio. Las preocupaciones impiden que vivas tu vida. Los angustiados se quedan quietos preocupándose por todo mientras que las personas activas y positivas tienen la necesidad de moverse. La preocupación es un recurso muy hábil que sirve para mantenernos inactivos. Es mucho más fácil angustiarse, preocuparse, pero menos mucho menos estimulante, agradable y provechoso que ser una persona activa comprometida con las cosas.
Es bueno el ejemplo de la persona que preocupada porque le falte dinero, guarda, guarda y guarda ( ... para los herederos ) y se olvida de disfrutar ese dinero en el presente. O aquella que preocupada y preocupada por su salud, yendo y viniendo de la consulta médica, los análisis etc. no vive en salud el presente, en realidad, con su preocupación crea un futuro de enfermedad y no disfruta de la salud que tiene en el presente.
                                  La preocupación es un sentimiento que te inmoviliza en el presente por cosas que pueden llegar a suceder en el futuro. No hay que confundir la preocupación con planificar las acciones para lograr tus metas. Si estás haciendo planes para el futuro y la actividad del momento presente puede contribuir a que ese futuro sea mejor esto no es preocupación. Sólo es preocupación cuando de alguna manera te encuentras inmovilizado en el presente por algún acontecimiento que puede suceder en el futuro.

                                  El mejor remedio para la preocupación es la acción. Actúa en lugar de preocuparte. Puedes empezar reconociendo lo absurda e inútil que es la preocupación. Sabes, que nada cambiará porque te preocupes. Fíjate que miedos se ocultan tras la preocupación, y enfréntalos, porque eso sí puede ayudarte, en cambio, la preocupación te dejará tus miedos intactos.

                                 Aprende a vivir ahora, en el presente, y a no desperdiciar los momentos actuales con pensamientos inmovilizantes del futuro. No hay otro momento en el que sea posible vivir más que en el presente, el ahora, y todas tus preocupaciones tan inútiles se hacen en el exclusivo momento presente.

El futuro no es más que un nuevo presente. VIVE EL PRESENTE



Sony

Somos nuestros pensamientos dominantes

                                 ¿Qué es lo que se quiere decir cuando continuamente se señala que nuestros pensamientos se reflejan en nuestra realidad, o dicho de otro modo, nuestras circunstancias actuales son producto de nuestros pensamientos dominantes?

                                   La calidad de vida que cualquier individuo experimenta tiene poco que ver con sus circunstancias y mucho, con su actitud personal y su manera de pensar, con sus procesos del pensamiento. La felicidad no depende tanto de las circunstancias favorables, como de la actitud mental que tengamos. De hecho, el éxito puede obtenerse aún en las circunstancias más desfavorables.

Veamos, tener una actitud positiva y optimista cuando todo va bien, en las circunstancias ideales, cualquier ser humano puede hacerlo. Solo una persona equilibrada y dueña de si misma es capaz de mantener esa actitud positiva y optimista aún en las circunstancias más difíciles.
Pensar y actuar correctamente es lo único que se precisa. En la medida en que cambiamos la manera de pensar respecto a nuestras circunstancias y a las demás personas, las situaciones y la gente cambiarán respecto de nosotros.

                                      Los pensamientos rápidamente se traducen en hábitos, y los hábitos se transforman en sus circunstancias.Porque la persistencia de cierto esquema de pensamientos es lo que determina el dominio de los mismos en la mente y en consecuencia en nuestra actitud. Los pensamientos dañinos y perjudiciales de todo tipo se convierten en hábitos que atraen y producen confusión y debilidad; y éstos, a su vez, se manifiestan en circunstancias infortunadas. Con la mente confusa y débil y una actitud invadida por pensamientos negativos nuestras acciones y decisiones difícilmente sean las correctas. Los pensamientos de odio, condena, crítica, se vuelven hábitos de acusación y violencia, los cuales se convierten, a su vez, en injuria y persecución. Los pensamientos egoístas se transforman en hábitos que atraen angustia y frustración.
En cambio, los pensamientos nobles crearán hábitos de prosperidad y bondad, y con ellos se atrae felicidad y bienestar. Los pensamientos virtuosos se convierten en hábitos de autocontrol y dominio de sí mismo, que atraen paz y tranquilidad, que se traducen en éxito, plenitud y libertad.

                                   Cada pensamiento, bueno o malo, que permitimos domine en nuestra mente, produce el único resultado posible que ese tipo de pensamiento puede manifestar tanto en nosotros como en nuestras circunstancias. No podemos elegir directamente las circunstancias, pero al elegir nuestros pensamientos, indirectamente incidimos en las circunstancias externas.

La naturaleza se encarga de permitir que cada persona atraiga hacia sí misma los resultados de sus pensamientos dominantes, y de presentarle las oportunidades que hagan realidad de la manera más rápida posible tanto sus pensamientos constructivos como destructivos.

"El ancestro de toda acción es un pensamiento. Toda acción ha sido precedida por un pensamiento". Emerson

                                  La única forma de elevarnos y alcanzar el éxito- en el sentido más amplio- es elevando nuestros pensamientos y manteniéndonos así. Porque si alcanzado el éxito, cualquiera que sea- permitimos que nos dominen pensamientos arrogantes, egoístas y corruptos, no pasará mucho tiempo que ese nuevo esquema de pensamientos dominantes aleje el éxito de nosotros.

Todo se concibe primero en nuestra mente a través de pensamientos dominantes, que pasan a nuestra actitud a través de los hábitos y finalmente se manifiestan en la realidad. Nuestra realidad actual se forjó de esa manera, con una importante carga de programación por parte de terceros especialmente en nuestra infancia, pero que al volvernos adultos no cuestionamos sino que por el contrario, alimentamos a diario con nuestro esquema de pensamientos dominantes.

Esto explica por qué se insiste tanto en los pensamientos dominantes como autores de nuestra realidad y circunstancias.

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miércoles

Autodefiniciones y etiquetas limitantes

                                 Vivimos rodeados de etiquetas o definiciones. Estamos como clasificados. Ella es gorda, el es malo para el fútbol, yo soy tímida, soy así, soy mala para las matemáticas, siempre he sido así, tengo mal carácter etc. etc. Sren Kirkegaard escribió: "Si me clasificas (o me etiquetas), me niegas".

                                 Cuando tenemos que estar a la altura de la etiqueta que nos clasifica, el ser deja de existir. Pasa lo mismo con las auto clasificaciones, es decir aquellas que nosotros mismos nos ponemos, o que hemos adquirido y estamos convencidos de ellas. Al identificarnos con las etiquetas clasificadoras nos negamos a nosotros mismos, dejamos que nos destruyan y nos limiten y desperdiciamos así todo nuestro potencial de crecimiento.


                                 Todas las auto clasificaciones proceden de nuestro pasado, porque en realidad todo nuestro presente procede de algún pasado. Cada cosa que nos ocurre, o que vivimos actualmente, la generamos en nuestro pasado, con nuestros pensamientos y actitudes pasadas y las creencias que nos fueron inculcando.

Las clasificaciones o etiquetas tienen dos orígenes concretos: los demás y tu mismo. El primer tipo de etiquetas o clasificaciones procede de las demás personas. Nos las colocaron cuando éramos niños y las hemos llevado con nosotros todo el tiempo. Las otras etiquetas las creamos nosotros mismos mediante una elección generalmente para evitar tener que hacer cosas incómodas o difíciles.

Las etiquetas o auto clasificaciones son esos “Yo soy” que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida: "Así soy yo." "Yo siempre he sido así." "No puedo evitarlo." "Es mi carácter." Ahí están, esas son las trabas que nos impiden crecer, cambiar y hacer nuestras vida nueva, estimulante y llena de momentos presentes plenos y felices.

La verdad es que cada vez que usamos cualquiera de esas etiquetas o clasificaciones de “Yo soy” estamos diciendo “pienso seguir siendo lo que he sido siempre”. En buen romance, nos negamos al cambio, nos neutralizamos.

Identifica esos “Yo soy” que tienes seguramente muchos de ellos desde tu niñez. Los otros, tu te los pusiste para justificarte o exonerarte de actuar.

Mira estos ejemplos: 1) “yo soy pésimo para las actividades manuales”. este yo soy te evita enfrentar el desafío de desarrollar tus habilidades, o sea, te limita. Tal vez el éxito de tu vida está allí y por eso no lo has logrado: porque tu te etiquetaste como muy malo para las actividades manuales y ya tienes una excusa para no intentarlo. Tal vez, desde niño te lo dijeron y .... tu te lo creíste.

2) “yo soy tímida, reservada, asustadiza” : En vez de enfrentarte con ellos y con el pensamiento autodestructivo que los apoya, simplemente los aceptas como confirmación de tu manera innata de ser. Eliges este comportamiento como una manera de evitar ser asertivo en ciertas situaciones que siempre te han resultado molestas. Estas etiquetas suelen ser un residuo de la infancia en la que había gente que tenía especial interés en hacerte creer que eras incapaz de pensar por ti mismo. Si tienes niños piensa que etiquetas les estás transmitiendo. Ten cuidado, déjalos ser.

Estas auto definiciones o etiquetas nos ayudan a evitar el difícil trabajo de ser diferente de lo que siempre hemos sido. Definimos nuestra personalidad con un "Yo soy" apropiado y todos los comportamientos negativos diciendo que están fuera de nuestro control, como si no pudiéramos elegir.

Las etiquetas nos ponen en un círculo vicioso. “Yo soy poco sociable”; “me gustaría acercarme a esa persona que me atrae”; “me acercaría a ella” ; “no, no puedo”; ¿porqué? “porque soy poco sociable” y empieza nuevamente.

Piensa cuántas etiquetas tienes pegadas en tu ser. Los “yo soy”, son las más comunes, pero en realidad, tenemos muchas otras que nos impusieron, o que elegimos para evitar el desafío, el enfrentar retos, desarrollar nuestro potencial, crecer como personas. Son en definitiva excusas, que nos destruyen y limitan.

Libérate de las etiquetas. Primero identifícalas, luego intenta ser consciente de ellas y proponte cambiarlas. Cómo? Sustitúyelas poniéndolas en tu pasado. “Yo era muy tímido”; “ voy a intentar cambiar”; “enfrentaré mis temores” etc.

Por favor, empieza a liberarte de tus etiquetas, despégatelas del cuerpo, de tu ser, de tu mente. Ah, ...y no etiquetes a los demás.



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Las leyes universales

                         Estas leyes existen en el Universo y actúan en él. Nosotros formamos parte de ese Universo y por tanto también estamos sujetos a esas Leyes.
Si nos limitamos a creer solo aquello que podemos percibir por nuestros sentidos , limitamos nuestras vidas. No somos solo cuerpo físico, materia. Somos mente, una mente con cuerpo.

    Muchas personas no aceptan o no creen en estas leyes universales.Sin embargo, cuando utilizan el confort que nos brinda la electricidad, no cuestionan la ley, simplemente pagan su factura de consumo de energía. ¿Cómo es que si no creen en esas leyes universales, no cuestionan la electricidad y lo que ella puede hacer, siendo que no la ven? Que no sean aceptadas no significa que no existan. Quienes desconocen estas leyes, o no las entienden , sin embargo, inconscientemente están alineadas con ellas y en consecuencia son personas exitosas, felices y plenas. Si logramos entenderlas y alinearnos con ellas, será más sencillo lograr las metas que nos proponemos. Porque, más allá de sí, las conocemos y entendemos, lo importante es vivir y actuar alineados con ellas, de manera que , estudiarlas, conocerlas nos permitirá ver que parte de nuestras acciones violentan esas leyes, o mejor dicho, están dirigidas en sentido diferente y de ahí que no logremos lo que nos proponemos.

Esas leyes son:

La ley de perpetua transmutación: La energía está en constante cambio, no se destruye, se transforma constantemente. Por más quieto que a nuestros sentidos le parezca algo, está en constante movimiento. Nuestro cuerpo está en movimiento, permanentemente cambia unas células por otras. El Universo es movimiento. Por eso, deberíamos alinear nuestro pensamiento y nuestras acciones en armonía con esa constante transmutación. Comprender que la energía está en constante movimiento nos aporta la tranquilidad de poder incidir en la energía que liberamos con el pensamiento y las acciones y transmutarla en una energía capaz de manifestar en la realidad exterior nuestros deseos.

La Ley de atracción vibratoria: todo vibra en el Universo. Lo que puede cambiar es la frecuencia de la vibración. Los objetos sólidos tienen una vibración más lenta. Las ideas y pensamientos vibran más rápidamente. Las vibraciones se atraen según su nivel y polaridad. Es la ley de atracción propiamente dicha, que no fue descubierta por Rhonda Byrne, sino por grandes maestros de la antiguedad. Las vibraciones que se producen en todo el Universo se atraen unas a otras siguiendo su nivel. Cuando lanzamos una vibración ella debe acomodarse en la vibración universal y es atraída por vibraciones de la misma frecuencia. La física cuántica ha comprobado esta ley.

La ley de la relatividad: Esta ley nos dice que todo es real cuando lo comparamos con algo más. Es decir que necesitamos una comparación. Algo está frío, porque algo es caliente, hay alto porque hay bajo, gano poco porque comparo con quien gana más y así miles de ejemplos.

La ley de polaridad: Esta ley enseña que nada existe sin un opuesto. Atrás y adelante, arriba y abajo. Todo tiene su opuesto. Lo negativo tiene lo positivo. Cada vez que vemos algo negativo en nuestras vidas, hay que buscar el positivo, porque ya existe, solo debemos manifestarlo.



La ley de ritmos: Todo en el Universo tiene un tiempo y un ritmo. Tiene ciclos. Por ejemplo marea baja, marea alta. Las estaciones del año van y vienen. Si algo va a la derecha luego irá a la izquierda al terminar el ciclo. Las plantas tienen sus ritmos. Los ritmos se complementan. Piensa en las frutas y verduras que acompañan el ciclo o ritmo de las estaciones y el clima.Comprender esta ley ayuda a continuar hacia nuestras metas teniendo presente los ciclos, los ritmos.

La ley de causa y efecto: enseña que todo acontecimiento es efecto de otro que lo causó, y aquél será la causa de otro acontecimiento y así constantemente. Cuando nos dicen “lo que piense es lo que manifestará”, es una clara expresión de esta ley actuando. Causa y efecto.

La ley del género: Nos dice que todo requiere de un tiempo de generación, de creación, de incubación para manifestarse. Todo existe ya en el Universo en constante movimiento.Los humanos tardamos aproximadamente nueve meses en nacer, el ciclo debe cumplirse. Cada cosa se manifestará a su debido tiempo una vez que las fuerzas universales se acomoden para manifestarla en la realidad.

Entender estas Leyes Universales constituyen uno de los principios fundamentales del éxito: el entendimiento.

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martes

Tu mente no entiende el NO

                           Cuando hablamos de las afirmaciones insistimos mucho en la importancia de ser asertivos y tener claro qué deseamos para nuestra vida. Nuestra mente tiene un lenguaje diferente al que usamos con palabras. Nuestro cerebro traduce toda palabra en símbolos e imágenes.

                          En esta era de auge de las comunicaciones virtuales, la comunicación más importante ocurre en el interior de nuestra mente, porque de ella depende en gran parte el éxito o el fracaso que experimentemos en nuestra vida. Aprender el leguaje de nuestra mente es vital, porque es allí donde residen algunos de los poderes que pueden cambiar nuestra vida.

Tu mente siempre necesitará una imagen para asociar a tus pensamientos. Sea lo que sea que tu expreses con palabras – aunque sen absurdas y sin sentido, tu cerebro forma inmediatamente una imagen. Cuando tu dices AUTO, TU cerebro no visualiza las letras a -u -t –o, tu cerebro ve un auto.


De la misma manera hay palabras que nuestra mente no puede traducir en una imagen. Es el NO. La expresión negativa no tiene una representación en imágenes para el cerebro. Por eso, cuando tu dices “no quiero tal cosa”, lo que tu cerebro ve es “la tal cosa”. Si dices “no quiero deudas”, el no, no tiene representación, tu cerebro sólo ve deudas y que? atraes más deudas.

Dice Bob Doyle en “El Secreto”: A le ley de la atracción no le importa si tu percibes algo como bueno o como malo, si lo quieres o si no lo quieres. Sólo responde a tus pensamientos. De modo que si estás contemplando tu montaña de deudas y te sientes fatal por ello, ésa será la señal que estarás emitiendo al Universo: "Me siento fatal por todas las deudas que tengo”. Te lo estás afirmando a ti mismo. Lo sientes en todos los planos de tu existencia. Por lo tanto, obtendrás más de lo mismo” .

                    Agrega Lisa Nichols qa continuación: “Cuando te enfocas en las cosas que no quieres- “No quiero llegar tarde, no quiero llegar tarde” – La ley de atracción no oye el “no quiero”. Manifiesta lo que estás pensando y lo hará una y otra vez. La ley de la atracción no sabe de “quieros y no quieros”. Cuando te enfocas en algo, sea lo que sea, estás provocando que se manifieste”

                    Cada vez que pronunciamos negaciones , nuestra mente solo puede traducir en imagen la parte que expresa el pensamiento, pero no su negación. “No quiero deudas” , para tu mente es “Quiero deudas". Tal vez te preguntes, ¿cómo que el cerebro no entiende la palabra “no”? Nosotros entendemos el NO, porque la mente no lo entiende? Es fácil, como nuestro cerebro solo piensa en imágenes cuando utilizamos una expresión en la que se encuentra la palabra “no”, lo único que conseguimos es dibujar en la mente aquello que pretendemos negar. Al traducir el cerebro todo en imágenes , solo se enfoca en la parte positiva de la expresión.

Si deseas haz este ejercicio: Imagina un árbol, verde, frondoso. Ahora, no quiero que veas una manzana roja colgando de él. No veas ninguna manzana roja. Haz un esfuerzo no veas una manzana roja en el árbol! Que pasó? Pues, que estoy segura que viste una manzana roja.

                     Con los niños se aprecia fácilmente este punto, porque tendemos a utilizar con ellos a menudo la palabra NO. “No grites”, no corras, no toques el enchufe, no des portazos. etc.
Cuando le dices a un niño “no debes gritar”, su mente solo entiende el “debes gritar”. Eso te explica porque la mayoría de los niños tienden a hacer o repetir lo que les dijimos que no hicieran. Es que en realidad, su mente solo capta la parte afirmativa de la orden. En lugar de decir “no corras dentro de la casa”, puedes decirle al niño: “quiero que camines despacio cuando estás dentro de la casa”, el cerebro del niño formará rápidamente la imagen de caminar lento.

                      De manera que en nuestra práctica mental de algo que deseamos realizar, no utilicemos el “NO”, porque lo único que lograremos es justamente lo que queremos evitar. Cuando vas a una entrevista de trabajo o a un examen, en lugar de decir “ojalá no me ponga nervioso”, di “me siento calmado y seguro”.

                      No permitas que tu diálogo interno se convierta en un obstáculo en tu camino. Cuando fijes metas, deseos, aspiraciones, evita la palabra NO. Procura utilizar los términos y palabras que dibujen las imágenes de los resultados que quieres lograr. Recuerda que atraemos lo que podemos visualizar y el no, no puedes visualizarlo. No quiero sufrir se visualiza con sufrimiento y sufrimiento no es lo que quieres, entonces, visualiza felicidad, alegría. Cuando alguna cosa no te hace feliz, o mejor dicho sufres por ello, no te enfoques más en ella, visualiza lo que te hace feliz.



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Ley de atracción un pensamiento dominante

                                              Ya hemos hablado de nuestra mente consciente y subconsciente. Vimos esa interrelación entre ambas, la capacidad de la mente consciente para recibir la información de la cual en gran medida no somos conscientes.

                                               La mayor parte de nuestras decisiones en realidad, aunque parezcan tomadas por nuestra mente consciente, están determinadas por las creencias e información grabada en nuestro subconsciente. Fue colocada allí por nuestra mente consciente a través de la repetición o el impacto. Ese proceso comienza cuando nacemos, y lo forjan nuestros padres, maestros, vecinos, personas, la sociedad, el ambiente, etc. La mayor parte de las creencias que tenemos no son nuestras, nos fueron inculcadas y no las cuestionamos, simplemente las aceptamos.



Muchas de esas creencias son las responsables de que no seamos felices, que nuestra vida no sea como la deseamos, que tengamos escasez en lugar de abundancia, fracaso en lugar de éxito, soledad en lugar de amor, enfermedad en lugar de salud.
Ahora bien, ¿cómo podemos hacer para acceder a la información que está grabada en nuestro subconsciente y de la que no somos conscientes? Nuestra mente consciente para tomar decisiones acude permanentemente al subconsciente, a la base de datos, donde están nuestras creencias, nuestro paradigma. Observa esto, hay muchos datos e información en nuestro subconsciente a los que accedemos rápidamente y otro tanto que parece inalcanzable.

               Por ejemplo: tu accedes rápidamente a información como tu nombre, tu edad, tu número telefónico, la calle en la que está tu casa, el nombre de tu madre, de tu padre, tu esposo/a. Sin embargo, tu subconsciente tiene información que siendo tan importante para tu vida, tu éxito o felicidad, no parece estar accesible. Pero está allí en tu subconsciente. Pregúntate que cenaste hace 4 meses y difícilmente puedas recordarlo. Esa información está en tu subconsciente, pero no accedes a ella. La razón no tiene tanto que ver con el tiempo que ha transcurrido, como con la percepción de lo importante y vital que es para ti.

                El factor que determina que cierta información (tu nombre, teléfono, domicilio etc. sea rápidamente accesible tiene que ver con dos aspectos muy claros: 1) la percepción de importancia y 2) la repetición constante. Recordamos con facilidad aquellos datos que utilizamos con frecuencia a los que le atribuimos importancia; es también lo que repetimos con frecuencia, o nos repiten con frecuencia.

                 Percepción de importancia y repetición de la información es lo que determina que la información o datos sean rápidamente accesibles para tu mente. Lo que cenaste hace 4 meses no lo percibe tu mente como importante y vital y solo ocurrió una vez, por lo que no es una información de acceso rápido. Sin embargo, esa información está en tu subconsciente. Los científicos aseguran que bajo hipnosis podríamos recordar que cenamos, donde, con quienes, que comida cenamos, si nos gustó e incluso muchos detalles que normalmente nos resultan irrelevante en forma consciente cuando cenamos.
                 La pregunta es inevitable: ¿dónde te gustaría que se almacenara toda la información que necesitas para aplicar la ley de atracción en forma automática? ¿Dónde quieres que se encuentren tus sueños, tus metas y aspiraciones? ¡Dónde los hábitos, compromisos y actitudes que te ayudarán a realizar los cambios que deseas en tu vida? La respuesta parece obvia: en la memoria a la que puedes acceder rápidamente.

¿Cómo y que hacer para lograrlo? Debes percibirlo como importante, como prioritario y repetirlo constantemente. Todas las actitudes, creencias y valores que hoy gobiernan tu vida ya sean positivas o negativas, son aquellas a las que les has asignado una gran importancia y reiteras y repites a diario. Por ejemplo: Si decides que no estás conforme con tu trabajo y quieres un mayor desarrollo profesional, la primera vez que lo enuncias, eso queda en tu memoria de acceso rápido. Pero, si en los días sucesivos no haces nada, no lo llevas a la práctica, no actúas, no tomas acciones específicas; lo que pasará – es lo que siempre pasa- tu mente no percibirá eso como importante y perentorio para tu vida, sino como intrascendente y lo alojará en la memoria subconsciente.
    
             Si en cambio, comienzas a pensar en ello todos los días, a planificar, a actuar, a alimentar tu mente con afirmaciones positivas, a descubrir tus talentos naturales, qué es lo que deseas profesionalmente, a mejorar tu actual actividad agradeciendo que la tienes, tu mente mantendrá esa información como accesible y se convertirá en un pensamiento dominante que se manifestará en la realidad.
Tu objetivo es programar tu subconsciente con la información que te permita responder acertadamente a toda situación. Ayúdate con las herramientas adecuadas, afirmaciones, convicción, motivación, visualización, mensajes subliminales etc.

          Comprender cómo funciona nuestra mente y convertirnos en sus amos, es lo que atraerá prontamente la realización de nuestras metas. Haz de la ley de atracción un pensamiento dominante que se alojará en tu memoria de acceso rápido y tus metas y sueños se manifestarán. Depende sólo de ti.




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