Mostrando entradas con la etiqueta poder invisible. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta poder invisible. Mostrar todas las entradas

lunes

El ego y sus efectos en nuestra vida

Analicemos el Ego. ¿Es una conducta?

¿O es el resultado de esa conducta? ¿Es un rol en sí mismo? ¿O crea diversos papeles protagónicos?
En realidad es ambas cosas: Es la flor y también es el aroma, es un acto y es la consecuencia.
Muchos piensan que el ego es la cualidad negativa del Ego.No hay un ego negativo y otro positivo.
No hay dos Egos... hay un solo ego y diversos Yoes.Es el Yo Superior,  el que nos orienta en forma permanente.

El ego es el ente o la entidad fruto de la mente reactiva,que siempre está centrado en sí mismo.
Ese ego quiere protagonizar y ser servido.También es el aspecto negativo del ser espiritual, donde domina el egocentrismo y la exaltación extrema de la propia personalidad, hasta considerarla como el centro de la atención.

La persona dominada por el protagonismo posee Mente egoica, donde el ego no está integrado y cada uno de los Yoes se turna en el mando y es el amo absoluto, conforme a su rol (de víctima, de sabio, de loco, de irascible, de pacífico, etc). El ejemplo sería el de una orquesta donde se halla ausente el Director y entonces a cada momentotoma la batuta y la dirige uno de los ejecutantes, ora el violinista, ora el pianista, ora el tenor, etc.
El protagonismo es la cara externa del ego, que busca subsistir a toda costa, creando mecanismos de defensa:

 Se apega a los roles, pero no a las ideas. De esa manera, no se aferra a los afectos. Pero, por otro lado, hace que la persona sufra de trastornos obsesivos.

jueves

Cambia lo invisible

                            Lo que nosotros vemos, nuestra realidad es lo visible. Como lo vemos creemos que es así y rara vez nos preguntamos sobre el origen de nuestra realidad. Sabemos que una planta que emerge hermosa de la tierra, surgió de una semilla que está dentro de la tierra donde se esparcen sus raíces. Sabemos que necesita agua y luz para seguir viviendo. Pero, de dónde surge nuestra realidad, cada acontecimiento que ocurre en nuestra vida?

Vemos esa realidad pero no vemos su origen. Su origen es invisible. Sin embargo, esta realidad tiene que ser el efecto de alguna causa. La realidad exterior, lo que ocurre en el mundo físico es solo una impresión. Lo que vemos son los resultados. Así como de la planta vemos su hojas y flores.


                           Como seres humanos formamos parte del Universo, somos energía que fluye en ese infinito universo. Esa inmensidad es perfecta porque se rige por leyes perfectas. Todo es armonía en el Universo.
Los humanos la mayor parte de las veces, no nos alineamos con esa energía, provocamos bloqueos, que dispersan la energía por otros canales. La causa de nuestra realidad exterior está en nuestro mundo subconsciente como la planta en sus raíces.

Nuestros pensamientos, generan sentimientos, y en base a ellos actuamos. Nuestras acciones siempre dependen de que sentimientos provocan nuestros pensamientos. Esa raíz emocional, espiritual, que anida en nuestro subconsciente es la causa invisible de nuestros resultados. Es allí donde se origina nuestra realidad, nuestros resultados visibles, tanto buenos como malos, queridos o no.

                         De manera que, cambiar nuestra realidad, implica cambiar lo invisible. Nuestra realidad exterior sólo puede cambiar a partir de nuestro propio cambio. Siempre pretendemos cambiar a los demás, las circunstancias; y en realidad, somos nosotros los que debemos cambiar. Esa realidad que no nos gusta, la originamos con esa trilogía que mencioné: Pensamientos- Sentimientos – Acciones. Cuando llegamos a lo invisible para hacerlo visible a través de los resultados y modificamos allí la causa que crea una realidad no querida, ésta inevitablemente ha de cambiar.

                         Si nos quedamos esperando que los demás cambien, simplemente nada ocurrirá, todo seguirá igual. Esos “demás” están allí y de esa manera porque son el resultado de nuestro paradigma, de nuestros hábitos y creencias. Son a su vez un espejo en el cual podemos ver esa parte invisible.

Pregúntate frente a alguna cosa o persona que no deseas en tu vida: que pensamientos, sentimientos y acciones he estado teniendo para que esta persona o cosa esté en mi vida de esta manera? En la respuesta honesta, sincera a esta interrogante está el camino para cambiar tu realidad. Cambia en ti, en tu interior, en tus creencias, en tus pensamientos y sentimientos, lo que provoca esa realidad y la realidad (los demás) cambiarán. Cambia de pensamientos y cambiarás de sentimientos y como consecuencia verás un cambio en tus acciones, que son las que traen los resultados.


Sony