Repasando el curso-taller

Muchos lectores me han escrito preguntándome cuando reiniciaremos los cursos-talleres que tanto gustaron.
En cambio he decidido, colocar post que reiteren algunas de la lecciones del Curso-Taller, especialmente aquellas que más les costaron a los participantes, precisamente porque son las más difíciles de cumplir, de acuerdo a nuestro estilo de vida actual.

La Lección que les pongo hoy aquí, a mi juicio era la más importante de todas, y ... la más difícil (junto con 2 o 3 más que iré subiendo luego). Cuando envíe esta Lección no les puedo decir la cantidad de correos que recibí porque a todos les movió mucho. Muchos me contaron que lloraron, que se descubrieron diferentes, que los llevó a una revisión de su sistema emocional. Para algunos fue altamente sanadora, en lo emocional y lo espiritual. Espero que para los que la leen por primera vez hoy aquí les despierte la conciencia individual que es parte de la conciencia Universal de la que todos somos parte.
Me encantaría que vieran el tema, desde esa premisa, todos somos seres espirituales que emanamos de la misma energía universal a la que volveremos cuando acabemos esta vida terrenal. Vivan esta vida en plenitud, para que puedan limpiar su karma, cumplir la misión que vinieron a cumplir.

Ahi va la lección que creo en su momento fue la N° 3:

           La lección de hoy es extremadamente importante. Algunas personas no le prestan atención a esto porque están muy ansiosas por triunfar, tener éxito, ganar dinero, etc. que pasan por alto, los temas que hoy vamos a tratar.

           Personalmente considero, que esta es la lección más importante de todas. Las demás pueden realizarse y lograrse con constancia, más tarde o más temprano lo lograrás. Pero, si no tiras abajo esta muralla que representan los temas que tratamos hoy no habrá avance alguno.

Entonces empecemos.

En esta lección vamos a:

 Perdonarnos y Perdonar.  Si, somos seres humanos que tenemos una gran carga de programación que viene desde el día que comenzó esta nuestra vida.  Cualquiera sea nuestra edad, tenemos un cúmulo importante de recuerdos, experiencias, vivencias que han dejado su huella en nuestro sistema emocional. Nuestro sistema energético a veces se bloquea, y la energía ya no fluye como debe por nuestro cuerpo. Eso lleva muchas veces a la depresión, la angustia y hasta a enfermedades síquicas y físicas.

         Todos cometemos errores. Lo importante es reconocerlos, enfrentarlos, traerlos a nuestra conciencia. Sacarlos del subconsciente desde donde solo nos dañan bloqueando el normal flujo de energía de nuestro cuerpo. A veces ocurre, que ciertos hechos, circunstancias o vivencias que pasamos, dejaron una huella tan profunda que hasta parece que nos duele físicamente. Otras veces, nos negamos a recordar esos hechos, esas vivencias, las borramos de nuestra memoria inmediata. Pero sigue grabada en nuestro subconsciente. Y eso vale para lo que hicimos nosotros, como para lo que eventualmente otro nos haya hecho que nos causó dolor, decepción, tristeza, sufrimiento.

         Perdonar, no es don divino. Perdonar es una maravillosa facultad que tenemos los humanos. Podemos perdonar. Y que es perdonar?. Es liberar completamente la energía negativa acumulada, depositada en nuestro ser sea por la circunstancia que sea. Tanto si el error fue tuyo, como si fue de otro hacia ti.

Una vez que te perdonas o perdonas al otro, la energía negativa se transmuta en positiva y se restablece el flujo energético en tu cuerpo.

         Muchas personas se esfuerzan en mejorar sus vidas, estudian, aplican las técnicas de superación personal, practican ejercicios, meditan, etc. y luego concluyen que  ... esto no funciona! Es que están bloqueados, la energía no fluye libremente por sus cuerpos. Han olvidado perdonar y perdonarse a sí mismos, para liberar los sentimientos negativos de ira, resentimiento, menosprecio, etc. Esos sentimientos quedan dentro nuestro y vibran en negativo, son frecuencias negativas que inconscientemente estamos liberando. De poco o nada sirve, realizar afirmaciones todos los días, escuchar extraordinarios audios de programación subconsciente, visualizar, si aún guardamos todos esos sentimientos y emociones negativas dentro nuestro.

Dejar el pasado atrás.

         Este es el siguiente paso que debemos hacer. El pasado suele ser un gran bloqueador de nuestro crecimiento. Está allí silencioso, oculto tras la sombra, nos perturba en un sentido o en otro, porque nuestro subconsciente lo tiene allí grabado ( en el disco duro). Tu crees que has olvidado, que ya no piensas en tu pasado; eso te hace creer tu mente consciente, pero tu subconsciente tiene toda la información, y cuando menos lo esperas, ... ups! el pasado dice presente. ¿Cuál es la razón?. Es que nos mantenemos ligados al pasado, no queremos cortar el cordón, derribar el puente.

         Vivir con el pasado haciéndose presente a cada rato, detiene nuestro crecimiento. En realidad, no vivimos, solo vegetamos. Y lo peor de todo es que no construimos un mejor presente.

         Cuando hablamos del pasado, no solo nos referimos a las cosas, experiencias, vivencias, hechos, situaciones, negativas de nuestro pasado. También hacemos referencia a las positivas.

¿Cuántas personas pasan su presente añorando su pasado? Tristemente, muchas.

¿No te has encontrado pensando en aquellos tiempos en que tenías una experiencia muy gratificante? Sabes porque? Pues, porque seguro tu presente ya no es tan gratificante y vives en tu pasado en lugar de mejorar tu presente.

         A veces enterrados en la depresión y la angustia, vivimos añorando el tiempo en que teníamos una pareja y éramos felices, y de esa manera atados al pasado, nos olvidamos de atraer una nueva pareja. Lo mismo pasa con otras situaciones: un tiempo mejor, una amistad que perdimos, un ser querido que partió, la pareja que perdimos, el trabajo que ya no tenemos, aquel tiempo en que el dinero era suficiente. Te identificas en alguna de esas situaciones? ¿Cuántas veces dices “antes yo”, “cuando tenía tal cosa...”, “ mi ex – ”... etc? Eso es estar en el pasado, y no vivir el presente. Te detiene, no te deja crecer. Siempre estás comparando tu presente con aquellas situaciones más favorables de tu pasado. Malo, muy malo.

         A la inversa, te atas también a las cosas negativas que te pasaron. Aquella pareja que amabas tanto y ... te dejó! ;  tu jefe que hizo que te suspendieran o hasta despidieran del trabajo; tus padres que fueron muy rigurosos, autoritarios, poco expresivos; aquella amiga/o que no apreció tu amistad y se alejó de ti; aquel dolor que pasaste al perder un ser querido; aquellas lágrimas que casi dolían, cuando eras adicto, cuando golpeaste o fuiste golpeada/o ...y más, mucho más.

         Estamos olvidando algo muy importante: ese pasado fue nuestra creación con ayuda de las creencias que nos impusieron.

         Cierra el capítulo de tu pasado. No significa que lo “olvides” literalmente, sino que deje de bloquearte, de anularte, de limitarte, de dolerte.

         Deja al pasado, pasar, ya se fue, es tu pasado. La virtud del pasado es precisamente, que ya pasó. Entiendes esto? Incluso si fueron cosas buenas, como las perdiste, duele. ¿Por qué será que nos duele si eran cosas buenas? Porque lo que duele es la pérdida de la cosa buena. Y nos quedamos en la pérdida y nos quedamos en el pasado.

Ves que el pasado solo bloquea tu sistema energético? No se lo permitas más, el pasado, pasado está y allí debe quedarse. Haz la paz con tu pasado. 

Serena aceptación del presente.

No podemos vivir en el pasado, pero tampoco en el futuro. Vivir con el pensamiento en el futuro, es no vivir el presente. Y si no vivimos el presente, no creamos nada mejor. 

         Nuestro presente es nuestra creación. Nosotros creamos este presente. Si, cuesta creerlo, aceptarlo, pero es así, este presente es creación nuestra. Con nuestros pensamientos y nuestro sistema de creencias llegamos a este presente.

         Es posible que muchas cosas de tu presente no te gusten, no te satisfagan, no te hagan feliz, no las quieras. Pero... tú las creaste, son tuyas.

         De manera que, una serena aceptación de nuestro presente es el punto de partida para la creación de un nuevo presente mejor, no importa tu edad, ni tu aspecto físico, ni el lugar donde resides. Tú eres un ser maravilloso, acéptate.

         Aceptar el presente implica un gran compromiso. Implica aceptarte a ti mismo con todo lo que no te guste de ti, aceptar tu realidad con todas esas cosas que no te gustan . Aceptar no significa resignarse. Esa es una creencia de nuestro antiguo paradigma. Nos enseñaron a resignarnos, a aceptar con resignación (es mi destino, es lo que hay, eso me tocó, mejor un marido golpeador que la soledad, Dios lo quiso así, nací para esto, esto es lo que merezco; etc tu puedes pensar en muchas otras “resignaciones” que tenemos)

         Aceptar serenamente nuestro presente es reconocerlo como nuestra creación anterior, y creador de nuestra nueva realidad. Por eso es que la aceptación es SERENA.. Acepto mi presento, no reniego de él, no lo resisto (recuerda que lo que resistes persiste), lo acepto. Y ... al aceptarlo como mi creación, estoy reconociendo que mi presente es el creador de mi futuro. Lo que desde este presente crees para tu futuro dependerá que no repitas tu pasado. Ni aún lo bueno de tu pasado, porque recuerda que esas cosas buenas de tu pasado... las perdiste. Crea un futuro a partir de este presente en el que no pierdas lo bueno.

         Comprendes la importancia de aceptar serenamente el presente(todo con lo bueno y lo malo)? Todo crecimiento, todo logro, toda evolución, toda meta que te propongas  tiene un único punto de partida: TU PRESENTE. Si quieres mejorar tus relaciones, partirás del presente de tus relaciones, si quieres mejorar en tu profesión o trabajo partirás de tu trabajo presente, tu salud también, tu situación económica lo mismo. El punto de partida es el presente. Acéptalo serenamente y empieza a mejorarlo desde ya. Actúa ya en tu presente y empiezas a crear cambios en mañana.

         A ver si puedo explicarles como enfocar el no juzgar desprendiéndonos de lo que vulgarmente entendemos por ello.

Estamos sometidos – sí sometidos- a un sistema de creencias limitadas, sobre todos los aspectos de la vida, incluso sobre el bien y el mal. Si alguien menciona un tema, fíjate como  tu mente ya acude rápidamente una opinión. De dónde la sacaste? Tu realmente crees en ella? Acaso te la enseñaron en la niñez? O, tal vez es lo que repiten los medios de comunicación?. No juzgar significa negarnos a seguir la opinión de los demás , no colaborar con la opinión común, influida, creada y manipulada.

Al no juzgar  adquirimos una perspectiva nueva y diferente, la cual nos abre un espectro de posibilidades. Encontramos la libertad individual y el libre albedrío en su verdadero significado. Tu eliges. No sigues la opinión del colectivo social.

Siempre estamos juzgando, emitiendo juicios sobre todo, basados en lo que hemos aprendido de las creencias de otros, que se generalizan y aceptamos sin discutir.

Los medios de comunicación se aprovechan de esa realidad y generan miedo en las personas que las llevan (porque juzgan con creencias ajenas) a actuar según lo previsible. Así nos venden medicamentos, sistemas de seguridad,  y miles de productos, porque generan miedo y susto en los consumidores, para eso, para crearles la necesidad que no tienen. 

         Si aprendemos a no juzgar (con creencias de otros, del colectivo, de la sociedad) y practicamos el libre albedrío, la libertad individual, no caeremos en la trampa. El libre albedrío es mucho más que elegir entre cosas materiales, un auto, una casa, etc. es elegir nuestras creencias. Por eso nos negamos a juzgar con las creencias que nos impusieron.

 Esas falsas creencias que nos han inculcado – y siguen a diario cualquiera sea nuestra edad- nos hacen perder mucha energía.  Cada vez que juzgamos de acuerdo a las creencias que nos impusieron : es bueno, es malo, nos limitamos, limitamos el poder de nuestra mente y nuestra libertad. Entonces no juzguemos.

TENER FE

“Si la fe nace de un postulado, se la combina con evidencias del pasado y un soporte razonable por el cual se establece un resultado esperado, se despertará en la persona un toque de anhelo que la inducirá a actuar para conseguir lo esperado. Así pues, dará como resultado una fuerza interior cauta, que procurará asegurarse de que las condiciones son las ideales, y sobre todo y lo más importante, posee dominio de la razón sobre sus actos. A este respecto no es una fuerza interior bruta que nace y no se sabe como” (extraído de Wikipedia .org )

Me pareció interesante esta parte de la definición de fe que tiene Wikipedia por eso se las copio.

La Fe es un ingrediente vital para el logro de cualquier objetivo, meta, proyecto, etc. 

Tener fe es creer sin dudar. No saqué esta definición de ningún lado, hace muchos años que la diseñé como una creencia propia. Si tengo fe no dudo. Confío plenamente.

La Fe cuando realmente la sientes te fluye como un manantial inagotable que inunda tu mente y tu espíritu, revitalizándote. La Fe para mí es una creencia propia, es una de esas creencias que nadie puede imponerte. No se confundan con la fe religiosa, porque esa a veces se impone como creencia, pero la persona no siente FE, sino que juzga que eso está bien porque así lo juzgan los que lo rodean.

         Tener Fe es fundamental para lograr ser feliz y pleno. Con Fe vences los obstáculos, la enfermedad, la carencia, la soledad, la desdicha. La Fe es el camino por el cual transita la energía de equivalencia energética con tus pensamientos y deseos, que  se manifestarán en cosas, en la realidad. Pienso, emito una determinada frecuencia vibracional. Atraigo cosas en la misma frecuencia. Por donde llegan esas frecuencias iguales a mi deseo?: por el camino de la FE. Es el camino que trazamos para ligarnos al Universo infinito.

 AGRADECER

         Agradecer es el supremo ingrediente que junto a la FE y la acción te darán exactamente lo que deseas.

Ser agradecido no significa andar dando el gracias social, de la cultura, del comportamiento social: “gracias, señor”; “gracias señora”, etc. Eso es la educación cultural.

El agradecimiento es un sentimiento extremadamente profundo que solo puede comprenderse sintiéndolo. Cuando lo sientes realmente, .... algo mágico pasa. Ves las cosas de otra manera, con otra óptica y acto seguido tus circunstancias empiezan a acomodarse, aquello que te molestaba, ya ni lo adviertes, no piensas en eso. Despertar cada día es maravilloso cuando estás permanentemente agradecido.

         Te diré que se siente tan bien ese sentimiento, que a mí me encanta estar todo el tiempo agradecida. Claro, atraigo más cosas para agradecer.

A quien agradeces no es importante. Agradeces al Universo, a Dios si así lo deseas, a tu Ángel Guardián , al Genio, a tu maestro interior, a ti mismo.

Tenemos tanto que agradecer! Pero, no todos nos damos cuenta de ello. Estamos muy ocupados, quejándonos de lo que no nos gusta, de lo que no queremos, de la falta de dinero, del país, del gobierno, del vecino, de la suegra, del esposo o pareja, de nuestros hijos, del clima, .... de todo. Tanta queja solo atrae más cosas para quejarnos.

Fíjate que para quejarte es necesario: que estés vivo; que tengas todo eso de lo que te quejas, que tu mente funcione, que alguien te escuche las quejas, que hayas comido hoy (no te quejarás con la panza vacía) , que tengas las cosas que compraste cuando contrajiste las deudas por las que te quejas, que tengas la casa por la que pagas la hipoteca, que tengas los hijos de los que te quejas, la suegra que le dio vida a tu pareja, un país en el que vives y al que te sientes muy ligado, un clima que tiene la maravilla del sol , la magia de la lluvia, la impetuosidad del viento y la caricia de la brisa.... etc.

Entre tanta queja no adviertes las tantas cosas que tienes y que en lugar de quejarte deberías AGRADECER, por tenerlas, disfrutarlas. Claro no las disfrutas porque te quejas. Empieza por AGRADECER cada cosa que tienes en tu vida y entonces verás que disfrutas. Cuando paras con la queja y en su lugar agradeces, las circunstancias cambian, cambian y cambian. No, no es tu suegra, tu jefe, el gobierno, el clima etc. los que cambian. No, el que cambia eres tu, cambias la energía negativa de la queja, por la sublime vibración energética del agradecimiento. Tamaña energía, ¿crees que puede producir cosas negativas? No, el agradecimiento produce una energía positiva inigualable, que se desparrama en cada área de tu vida.

Creo que cuando comprendemos esto y empezamos a vivir con agradecimiento: algo cambia en nosotros, empezamos a conocernos, encontramos nuestro propio yo y nuestro poder interior.  Por favor, agradece cada día a cada rato.

DAR

Dar esa es una actitud que debemos ir incorporando a nuestras vidas. Dar desde la abundancia y no desde la carencia. Dar desde la abundancia es dar con el corazón, con amor, con desprendimiento.

Empieza por dar Amor. Date amor a ti mismo. Da amor a todo lo que te rodea.

Para tener prosperidad hay que dar. Me refiero a prosperidad total, en finanzas, en realización, en amor, en salud, en diversión, en silencio, en paseos y viajes, en plenitud. Dando emito frecuencia cuya vibración atrae más circunstancias para seguir dando. Si doy amor a mi mismo, atraigo que me amen, si doy amor a los demás, me amarán, si doy dinero o bienes materiales tendré más dinero para seguir dando.

Ama el contraste, porque cada situación que se presenta en tu vida, cada persona que de una forma u otra incide en tu vida, es un espejo de tu ser. Agradece ese espejo que te permite ver que cosas hay en ti que debes cambiar.

 Espero que les haya gustado la que supo ser una de las lecciones del Curso-Taller que hicimos en el año 2010. Esta lección, como todas iba acompañada de la parte práctica donde proponíamos formas y ejercicios para lograr cumplir con la lección.

Para que el post no se haga muy largo, lo dejamos para la próxima.