martes

La búsqueda de aprobación de los demás

                Buscar la aprobación de los demás tiene como fundamento la falta de confianza en uno mismo.En nuestra sociedad la cultura refuerza el comportamiento de la búsqueda de aprobación como una norma de vida. Como todos crecimos en esta sociedad, a todos se nos inculcó desde niños esa norma de comportamiento, la aprobación de los demás como una necesidad inevitable para lograr triunfar, existir, ser tomado en cuenta. El pensamiento independiente no es bien visto en la sociedad, debes pensar y hacer lo que los demás aprueben.
                Cuando la aprobación de los demás se vuelve una necesidad se sacrifica la personalidad, el propio yo, por las opiniones y predilecciones de las demás personas. Esa necesidad puede ser usada como una gran herramienta de manipulación, y de heho lo es.Cuanto mayor sea la necesidad de ser aprobado, alabado, aceptado por los demás, más intensa y grave se hace la manipulación.

               Desde pequeños somos bombardeados por mensajes que se dirigen a generar en nosotros esa necesidad. La aprobación de los padres se lleva en el niño a un extremo tal que el pequeño no desarrolla sus capacidades. Los mensajes que muchos padres envían a sus hijos es que sólo serán aceptados, si hacen, piensan, sienten y se comportan de una manera que los padres aprueben. Luego, se agregan las instituciones sociales, básicamente las educativas. Lo que esas instituciones enseñan no es a pensar, a crear con la mente, ni siquiera a conocerla, allí se enseña a ser obediente, a hacer lo que los demás aprueban. Estudia esto, lee aquello, párate derecho, siéntate allí, pide permiso para todo etc. etc.  Se nos grita en todo momento, no pienses por ti mismo, tu no vales nada, solo eres lo que nosotros aprobamos. En la mayoría de colegios, la búsqueda de aprobación es el camino del éxito. El proceso continúa luego en los estudios secundarios y cuando se llega a la Universidad, ya nos hemos graduado en "hacer lo que los demás aprueban", al punto que si algún profesor indica un trabajo libre, rápidamente querremos saber, cómo, cuándo, de que tamaño, sobre que tema, de cuantas carillas, a máquina o a mano, cuando debe entregarse, si va firmado, si podemos hacer esto y aquello y lo otro. Incluso algunos alumnos se quejarán de ese profesor que no les indica hasta los más mínimos pormenores de la tarea.
       La necesidad de aprobación que desde pequeños cargamos, se alimenta de muchos otros mensajes provenientes de otras instituciones, como el propio Estado, la Iglesia, los clubes, las asociaciones sectoriales. Pero también la música está plagada de esos mensajes. Solo tómate un minuto y piensa en las canciones que tanto te gustan. La mayoría te trae esos mensajes dirigidos a obtener la aprobación de los demás.  Piensa en estos títulos "Sin ti no soy nadie", "Si tu te vas", "Si me dejas muero", "Todo depende de ti". Con otros mensajes que valoraran nuestro yo, seguramente no se venderían, como "No soy nadie sin mi".
Es decir que le damos más importancia a lo que los demás piensan que a nuestro propio pensamiento.
Nuestra cultura fomenta y valora la necesidad de aprobación. Piensa las miles de situaciones en que a diario te comportas buscando la aprobación de los demás. Si no te aprueban te sientes herido, decepcionado. Quién puede triunfar, tener éxito si todas sus acciones están dirigidas por la aprobación de los demás.
Ten por seguro, que siempre encontrarás alguien que no estará de acuerdo contigo.


Pero, la necesidad de aprobación tiene sus retribuciones sicológicas. Es una forma de poner la responsabilidad en los demás. Si te sientes mal porque el otro no te aprueba, le atribuyes toda la responsabilidad, de esa manera evitamos el cambio, no tenemos necesidad de cambiar porque son responsables los demás. No tomamos riesgo alguno, refuerzas la imagen pobre que tienes de ti mismo, y fomenta la autocompasión y la idea de que otros tienen que ocuparse de ti. Nos permite encajar en el medio en el que estamos porque nuestro comportamiento es aprobado.

                           Estando en contacto contigo mismo y usando la imagen positiva de ti mismo como consejera, recibirás mucha más aprobación.
Para ir venciendo esa necesidad de aprobación se pueden utilizar algunas técnicas:
a) cuando te desapruebes trata de no comenzar a la defensiva diciendo cosas que te justifiquen o justifiquen tu manera de pensar ..."Yo, en realidad".. Cambia eso por un "Tu" de manera que quede claro que la desaprobación le pertenece a la otra persona;
b) agradeciendo que la otra persona te haga notar eso que desaprueba. Di gracias y verás que se acaba la desaprobación.
c) enfrenta la desaprobación, para ir venciéndola poco a poco, viendo que ya no te afecta tanto, que no te molesta.
d) ignora los actos de desaprobación. Haz una pausa y continúa con lo que estabas. no respondas al que te desaprueba
e) cuando te desaprueben y comienzas a sentirte mal, piensa, si todo sería diferente si te aprobaran y verás que no, nada cambiará porque te apruebe. Esto ayuda a darle cada vez menos importancia a la aprobación.
f) acepta el hecho de que mucha gente ni siquiera te comprenderá y tal vez tu no comprendas.
g) puedes negarte a discutir o a convencer a los demás de tu posición
h) confía en tus elecciones personales, cuando por ejemplo compres ropa, zapatos, muebles para tu casa, hazlo con tus elecciones y no pensando en si lo aprobarán los demás
i) no uses frases que busquen la aprobación tales como:¿que te parece a ti?; ¿no es así, querido?, ¿que buen día hace, no?etc. El leguaje tiene una influencia extraordinaria en nuestra vida.
j) evita la búsqueda permanente de excusas, vivir disculpándose es una conducta enfermiza que otorga el   control de uno mismo a un tercero.           
                            Los aplausos son agradables y la aprobación es una experiencia muy satisfactoria. Y es muy agradable sentirte aprobado. Lo que buscas es la inmunidad ante el dolor cuando no logras los aplausos que buscas.

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