Tomado de su libro "Tónico para el Alma"-
Osho el gran espiritualista del Siglo XX.
.."Ahora bien, dado que Occidente está en una constante
búsqueda de la felicidad, su preocupación por el cuerpo es tal que es casi una
obsesión. En Occidente se han rebasado
los límites de un interés sano y el cuerpo se ha convertido en una obsesión,
todo el tiempo se piensa en él y en las miles de acciones que se pueden seguir
para mejorarlo. De hecho,
equivocadamente las personas intentan tener algún tipo de contacto con la
felicidad a través de sus cuerpos.
Por su parte, Oriente ya ha conseguido, la ha encontrado en
su interior y ha logrado penetrar más allá de su cuerpo no a través de los
masajes, ni de sesiones de Rolfing ni de saunas, sino a través de amor y
meditación. A través de estas acciones
se han dado cuenta de que el tesoro está en su interior, y por eso adora y
cuida a su cuerpo, porque es éste quién lleva a lo divino en su interior.
¿Has notado cómo camina una mujer embarazada? Camina despacio y con cuidado porque una
nueva vida está creciendo en su interior.
¿Has notado la transformación del rostro de una mujer embarazada? Es luminoso, es un rostro de esperanza,
lleno de vida y nuevas posibilidades; ella lleva un tesoro, un gran
tesoro. Una nueva vida se va a crear a través
de ella y camina y se mueve cuidadosamente, con una gracia nunca antes vista. Ella no está sola, su cuerpo se ha
convertido en un templo. Te digo esto
para hacerte entender.
En segundo lugar, la mente Occidental es competitiva. En este sentido, puedes no estar realmente
enamorado de tu cuerpo sino más bien en competencia con otras personas, y como
ellos están haciendo cosas, tú sientes que también las tienes que hacer. La mente de occidente es la más superficial
y ambiciosa que ha existido en este mundo, es la más materialista. Por eso los hombres y mujeres de negocios se
han convertido en la forma de vida más anhelada en Estados Unidos; todo lo
demás se ha diluido en el fondo, y es el hombre de negocios, el hombre que
controla el dinero, el que está en la cima del mundo.
El dinero es el ámbito más competitivo. En Occidente no necesitas ser culto, sólo
necesitas tener dinero; no necesitas saber nada acerca de música, poesía,
literatura antigua, historia, religión o filosofía. En realidad, no necesitas saber nada acerca de nada; basta con
que tengas una jugosa cuenta de banco para que seas importante. Por eso digo que es la mente más materialista y superficial que ha existido. Además,
es una mente que ha convertido todo en comercio y competencia. Por ejemplo, si decides comprar un Van Gogh
o un Picasso no lo compras por el cuadro en sí, sino porque tus vecinos han
comprado un Picasso y piensas que simplemente no es posible que ellos tengan
uno adornando su sala de dibujo y tú no.
Es probable que ni siquiera sepas nada acerca del cuadro o de su autor,
o que incluso no tengas idea de cómo lo debes colgar, porque, al menos por lo que respecta a Picasso, es a veces
difícil saber si los cuadros están colgados en el sentido correcto. Tal vez tampoco sepas si es un auténtico
Picasso o no, pero dado que todos están hablando acerca de él, tú crees que
debes enseñar tu cultura comprando uno.
En realidad, lo único que estás haciendo es enseñar tu dinero y apoyar
la idea de que lo que sea caro es importante; se cree que lo que cuesta mucho
dinero es importante y significativo.
Así pues, el dinero y los vecinos parecen ser el único
criterio para decidir todo; sus autos, sus casas, sus pinturas, sus
decoraciones. Las personas están
construyendo baños sauna en sus casas porque está de moda hacerlo y no
necesariamente porque quieran cuidar sus cuerpos, y su tú decides no tenerlo
parecerá que no tienes dinero. Si todo
el mundo está comprando una casa en las montañas, tú tienes que comprarla. De hecho, si te das cuenta es posible que ni
siquiera sepas como disfrutar de las montañas y simplemente te aburras ahí, o
que te lleves tu radio y televisión y escuches o veas los mismos programas que
estarías viendo en tu casa. Siendo así,
¿qué diferencia hace que estés sentado en tu habitación o en medio de las
montañas? El hecho es que otras personas
tienen una casa en las montañas y no te quieres quedar atrás. Quieres una cochera para cuatro autos sin
tomar en cuenta que es probable que no necesites cuatro autos.
La mente occidental está en continua competencia con otros, mientras que la mente de Oriente no compite con nadie, desertó de la competencia; sólo le preocupa lo que es, no lo que otros están haciendo; sólo le preocupa lo que tiene, no lo que otros tienen. Si te das cuenta, esta forma de vida puede ser una verdadera bendición; puede ser que no poseas demasiadas cosas pero, ¿a quién le importa?"...
Realmente para Reflexionar. Que estamos haciendo en Occidente con nuestras vidas, con nuestro ser interior, con nuestra divinidad?
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