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BIENVENIDA LA NUEVA ERA DE LUZ- 21.12.12



Autor del Texto Daniel Cipolat para la Macromeditación Mundial del 21.12.12. Proyecto de Oruga a Mariposa. El Despertar de la Conciencia en Facebook. 

LA NUEVA ERA HA COMENZADO. GAIA Y NOSOTROS CON ELLA HEMOS ATRAVESADO EL PORTAL DE LOS PORTALES, YA NO HAY VUELTA ATRAS. 
TENEMOS LA MISION DE RECORDAR Y EMPRENDER EL CAMINO DE REGRESO A CASA. 
EL UNIVERSO ESTA DE FIESTA.  CELEBREMOS EN LUZ. 
NAMASTE.


MEDITACION 144.000 para el 21/12/12
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"Desde el centro primigenio del absoluto; y desde el corazón mismo de la galaxia, hoy comienza a derramarse y a expandirse por todo el universo, una nueva onda de energía, que viene a poner fin al encerramiento de la luz, después de miles de años de desconexión y separación en nuestras almas.
Ésta tercera dimensión disociada, ha llegado a su fin, para dar paso a la integración en unidad, de todos los aspectos separados, con todo lo que Es. Hemos viajado durante mucho, mucho tiempo, a través de muchas vidas, regresando a éste plano vibratorio, una y otra vez, para realizar la alquimia necesaria de purificación, en nuestros cuerpos físicos, en nuestras estructuras energéticas, y en nuestras conciencias.
Pero hagamos un poco de historia. Recapitulemos pues, que es lo que sucedió, durante ésa parte del viaje, que hoy estamos dejando atrás.
En un principio, y como parte de los infinitos brazos celestiales del creador, nuestro yo superior, nuestro ser real y verdadero, fué convocado con la misión de iluminar aquellas zonas más oscuras de la galaxia, para así continuar con el objetivo, de seguir perpetuando el trabajo expansivo de la luz , y de la conciencia universal.
Para realizar éste gran plan, una parte de nuestro yo superior, tendría que dividirse. Para éste propósito, debíamos convertirnos en ángeles humanos. Pero para conquistar tan ambicioso objetivo, era necesario incorporar una cierta configuración energética, incluyendo en la misma, una porción de oscuridad, a fin de que cada uno trajera a la tierra, una misión específica, una tarea determinada, para continuar con el gran plan evolutivo de las almas, y en mayor escala y por resonancia, contribuir a elevar la energía de la rejilla cristalina del planeta. Para esto, era preciso descender hasta regiones de vibración más baja, para transformar en luz, esa parte aislada y ciega de materia oscura que habita en el universo, a la que llamamos no-conciencia, opuesto a la conciencia, oscuridad, o como desees llamarla.
Ésta porción de oscuridad, fué la que desde un principio nos echamos al hombro durante sucesivas encarnaciones, y la que desde esferas superiores de luz, decidimos conscientemente, traer a éste plano para transmutarla e iluminarla, para regresarla a la fuente en su estado puro. Entonces, era necesario descender a éste nivel vibratorio, de densidad y oscuridad.
De ésta manera, se establecía un doble juego. Por un lado, nuestra tarea era transmutar la oscuridad, en luz; y por otro lado, nuestro verdadero ser, fortalecería su sabiduría, templanza, y amor incondicional.
Pero hay algo que sucedió, en éste largo camino.
Tras el velo de la conciencia durante éste frio invierno galáctico, y debido a las tan bajas vibraciones en la tierra, nos fuimos sumergiendo, sin darnos cuenta, de manera muy sutil, y con el paso del tiempo, en un estado de sueño hipnótico muy profundo, olvidándonos quién realmente éramos, y cuál era nuestra verdadera misión aquí .
El frío de éste invierno, nos fue entumeciendo, congelando nuestras almas, haciendo que nos mimetizáramos , poco a poco, con esa parte de oscuridad que trajimos para purificar, a través de la dualidad. Pues, a esas alturas, y tras el velo del olvido, si bien, éramos 2 entidades separadas, la confusión y la correspondencia con el estado vibratorio de la tercera dimensión, hizo que nos identificáramos con la parte oscura, en vez de con la parte de luz que verdaderamente éramos. Allí comenzó la desconexión y la distorsión. 
A partir de ese momento, perdimos todo contacto directo de conexión con la fuente, y con nuestro propósito original, que era llevar el cielo a la tierra, y la tierra al cielo. Nuestro verdadero ser, pasó a ser como un lejano recuerdo, o como algo que intuímos vagamente. 
Fue así, que nuestras cualidades divinas originales, fueron sustituidas por las fuerzas de la codicia, el odio, la competitividad, la soberbia, las guerras, la inconsciencia, el egoísmo, el miedo; y una casi total ceguera generalizada en la que quedó sumida la humanidad. Esto fue lo que mayormente demoró nuestro viaje. Entramos en un mundo ilusorio, como en un salón de espejos. Una dualidad disociada, donde La batalla entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, y un infinito laberinto de opuestos, marcaron el rumbo de una humanidad, sin encontrar la salida, a pesar de sus miles de años de evolución, y más allá de todos los grandes maestros iluminados que vinieron en misión para intentar a través de su gran sabiduría y amor, iluminar nuestro camino, para hacernos despertar, infructuosamente.
Al mismo tiempo, la tierra, como en todos los planetas de todos los sistemas planetarios, tenía la misión de elevar su propia configuración energética de baja densidad. Ella tenía, en otra escala, una misión similar a la nuestra. Esa tarea, era transmutar toda una capa oscura en su configuración, la cual establecía vibratoriamente las condiciones correspondientes para sostener la matriz de oscuridad que sirvió de escenario de teatro, para la experiencia de la dualidad. Ésta antigua matriz energética, al terminar su ciclo, debía removerse. Fue aquí que se necesitó de la energía- conciencia del sol, para tan importante propósito. 
Replicando al Gran Sol Central de la galaxia en sus crecientes y constantes oleadas de energía, las efusiones emanadas de nuestro sol, fueron resonando en el núcleo y en todas las capas entéricas de la tierra, logrando mover sus estructuras intrínsecas de una manera determinada, modificando su eje, su magnetismo, como así también su nivel físico, a través de los terremotos, en una operación suave, quirúrgica, milimétrica y paulatina, para cobrar la menor cantidad de vidas humanas, minimizando a la vez, todos los daños materiales posibles. Todos los elementos: agua, fuego, aire, y tierra, trabajaron mancomunadamente en ésta colosal limpieza, y de restructuración física y energética de la tierra. Ahora, nuestro querido planeta, junto con nosotros, está en la posición de alineación precisa, para dar el gran salto.
En el universo, no hay ciclos que se detengan ni se estanquen. 
Así como un ciclo de un año en la tierra dura 365 días, con cuatro estaciones al año, un día galáctico, dura 26.000 años terrestres, y también, tiene 4 estaciones. Los mayas, así como otras grandes civilizaciones antiguas, conocían esto a la perfección. 
En estos precisos momentos, estamos dejando atrás, una larga noche galáctica, y se corresponde con el inicio, de una nueva era de luz: El Amanecer Galáctico. La redención de nuestra amada madre tierra y de toda la humanidad. 
Desde ahora, todas las energías correspondientes a ésta tercera densidad disociada, regidas mayormente por el miedo, formarán parte de una misión en ésta escuela, que hoy estamos dejando atrás. Porque el tiempo de éste ciclo ha concluido. El trabajo y el aprendizaje durante ésta etapa, ya ha sido por nuestra parte hecho. Desde ahora, continuaremos trabajando, pero desde un nivel superior de conciencia, y en un estado vibratorio más elevado, e integrado. 
Aquellos hermanos que sientan resonancia y apego con la vieja energía, podrán continuar su camino, en un nuevo ciclo, y en un estado vibratorio similar al que estamos dejando atrás, siendo más tarde guías, para las almas nuevas que estarán encarnando allí. 
Los ciclos universales, nunca se detienen.
El anhelo del regreso a casa, siempre ha estado en nuestro corazón y en nuestra conciencia. Ya nos habíamos alejado lo suficiente, como para creer que el regreso fuera posible. Pero aun así, algo nos empujaba a reencontrarnos con la luz, con nuestra verdadera esencia. 
Ahora, es el momento para que toda nuestra gran familia humana, se aliste para comenzar el esperado viaje de regreso a casa, una vez que sean restituidas nuestras capacidades espirituales, psíquicas, energéticas, y de conciencia.
De eso se trata nuestra ascensión, junto con la de éste amado planeta.
Hermanos y Hermanas: Éste largo sueño hoy se ha terminado. Ya hemos tocado los límites del tiempo y del espacio. Estamos atravesando el vórtice interdimensional. El largo invierno galáctico ha finalizado y el sol de la primavera comienza a despertarnos de la hibernación de nuestras almas. Esta larga y fría noche ha llegado a su fin.
La configuración energética que hemos sostenido por milenios para tal propósito, hoy comienza a disolverse, pues ya cumplió la función por la cual originalmente había sido construida. Ya no son necesarias tantas capas de abrigo en primavera, y el velo de la conciencia, finalmente se levantará.
Ha llegado el tiempo de romper el capullo, para que la pesada oruga, luego de la crisálida, finalmente se transforme en la ligera mariposa que siempre hemos sido, detrás de éste cuerpo y de la conciencia limitada.
Cuál es tu decisión al respecto? Sientes apego por la vieja energía del frío y de la oscuridad? O le das la bienvenida a ésta maravillosa era de renacimiento y luz?

Bendiciones para todos los hermanos y hermanas en la Luz. Gracias Padre-Madre porque ya es y siempre será. 

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