martes

La importancia de la relajación, la meditación y la salud.

RELAJACION es la clave para comenzar a controlar nuestra mente. Relajarse significa controlar nuestro cuerpo y nuestra mente. Todo el tiempo estamos abrumados de pensamientos que agotan nuestra mente y consumen nuestra energía.


                           Para dominar el arte de controlar los pensamientos, primero debemos ponerlos (todos los positivos y los negativos) bajo nuestro poder interior, bajo nuestro control.
Como controlarlos? el primer paso es relajar mente y cuerpo. La relajación beneficia enormemente nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra salud , nuestro bienestar, baja los niveles de estrés, el nerviosismo, la ansiedad, el cansancio físico e intelectual.
                           Relajar el cuerpo requiere aflojar cada parte, cada músculo. La quietud del cuerpo, sin tensión es la relajación física. De esa manera hay un menor consumo de oxígeno y energía por parte de los músculos y esa energía corre hacia otros órganos del cuerpo activando los mecanismos de autosanación y un armónico fluir energético.
                          Relajar la mente es liberarla de todo pensamiento. Hablamos de la mente consciente. Cuando logramos poner en blanco la mente, sin centrarnos en ningún pensamiento el poder que los pensamientos ejercen sobre nosotros disminuye drásticamente y empezamos a controlar nuestra mente.


                            La meditación es mucho más que una técnica de relajación; también sirve para aclarar la mente y mantenerse alerta. Nos volvemos más sensibles hacia nuestros propios sentimientos y los detalles del mundo que nos rodea. A esta capacidad mental la llamamos «conciencia». Es lo que distingue a una persona que medita de otra que simplemente está relajada.
En la meditación nos centramos en le objeto de nuestra meditación.
Si meditamos unos minutos cada día, los resultados pueden ser profundos y tener larga duración. A medida
que nos sentimos más relajados y conscientes, cada aspecto de nuestra vida se puede beneficiar.

            Los beneficios de la meditación se extienden por todo lo que hacemos. Es tener más energía y mejor salud, pensar y trabajar con mayor eficiencia y disfrutar más de la vida. Sentirse relajado y consciente es el
equivalente mental de estar en forma y tener buena salud.
Las personas a menudo tienen una razón precisa para meditar, como puede ser curar una enfermedad o
estudiar mejor, pero también con frecuencia obtienen algo diferente o algo más de lo que esperaban. Buscan
alivio a su insomnio y encuentran que sus relaciones mejoran, vienen por un problema de hipertensión y
encuentran paz y un propósito en su vida. A veces descubren que fuman o comen menos, o que no necesitan
gafas o lentes o la medicación para el asma.

La meditación: el arte de estar relajado y alerta
 «¿Qué diferencia hay entre relajación y meditación?», y tienen razón si sospechan que la meditación es algo más que simplemente estar relajado.
La meditación es un estado mental tranquilo y alerta; el cuerpo está relajado y la mente concentrada. Los
pensamientos quedan a un lado y nos sentimos en armonía con las sensaciones del momento.
La relajación, en cambio, se da cuando la mente va de un lado a otro, entre el sueño, la fantasía y el
pensamiento. Podemos estar medio despiertos y no saber lo que estamos pensando. Es un estado agradable,pero fuera de control.




El objeto de la concentración lo elige quien medita. Una imagen, un paisaje, una luz, un mantra,etc.
Las instrucciones básicas para la mayoría de meditaciones son las mismas:


1. Relajarse.
2. Elegir algo para concentrarse y explorar.
3. Si la mente se distrae, traerla nuevamente a la concentración.
4. Dejar de lado todo lo demás.
En otras palabras, a la mente le asignamos una tarea sencilla para mantenerla
 
Hoy les quiero dejar una meditación de Brian Weiss que he tomado textualmente de su Libro "El mensaje de los sabios" . Es una parte de una meditación que puede ser muy útil para aquellos que andan con algún problemita de salud.
 
                                                        MEDITACIÓN 2:



                                     MEDITACIÓN CURATIVA CON DELFINES


Con los ojos suavemente cerrados, respira hondo vanas veces.
Imagínate que al espirar te desprendes de las tensiones de tu cuerpo... Imagínate que al inspirar asimilas la
hermosa energía que te rodea...
Que cada respiración te sirva para descender más y más hasta un hermoso estado de relajación.
[Pausa de quince segundos para permitir que la respiración te relaje el cuerpo.]
Ahora relaja los músculos. Relaja los músculos de la cara y de la mandíbula. Libera toda la tensión y la
rigidez de esos músculos...
Relaja los músculos del cuello y de los hombros...
Relaja los brazos... Relaja completamente los músculos de la espalda, tanto de la parte de arriba como de la
de abajo... Libera toda la tensión y la rigidez de esos músculos.
Relaja los músculos del estómago y del abdomen para que la respiración esté perfectamente relajada...
Relaja completamente los músculos de las piernas, para que así todo tu cuerpo pase a un estado de paz
profunda...
Utiliza los ruidos del exterior y las distracciones para profundizar aún más en ese nivel.
Imagínate o siente una luz hermosa por encima de la cabeza. Puedes elegir el color, o los colores. Esa luz
hará que descienda tu nivel y curará tu cuerpo...
Deja que la luz fluya por tu cuerpo desde la parte superior de la cabeza. Ilumina el cerebro y la médula
espinal, cura esos tejidos y te permite seguir descendiendo...
Deja que la luz siga fluyendo de arriba abajo, como una hermosa onda luminosa que toca todas las células,
todas las fibras y todos los órganos del cuerpo con paz, amor y poder curativo...
En todos aquellos puntos en los que tu cuerpo necesite curación, haz que la luz sea muy fuerte, muy
potente... [Pausa de quince segundos.]
Y que el resto de la luz fluya hasta llegar a los pies, para que tu cuerpo se llene de esa hermosa luz...
Ahora imagínate o siente que la luz también rodea completamente tu cuerpo por fuera, como si estuvieras
dentro de una hermosa burbuja de luz que te protege, que cura tu piel y que te hace descender aún más...
Al contar hacia atrás del diez al uno, que cada número te haga descender un poco más en el estado de
relajación.
Diez... Nueve... Ocho... Desciendes más y más a cada número...
Siete... Seis... Cinco... Estás más y más tranquilo y relajado...
Cuatro... Tres... Estás muy calmado, sereno...
Dos... Ya casi has llegado...
Uno... Bien.
En este maravilloso estado de paz y tranquilidad, imagínate bajando por unas escaleras preciosas... Bajas,
bajas...
Desciendes más y más... Bajas, bajas... A cada paso profundizas más en tu nivel de relajación...
Al llegar al pie de las escaleras te encuentras ante un hermoso jardín... Es un jardín de paz, belleza y
seguridad... Un santuario.
Entra ahora en ese jardín y busca un lugar para descansar...
Tu cuerpo, lleno todavía de luz y envuelto también en luz, sigue curándose y recuperándose. Los niveles
más profundos de tu mente pueden abrirse. Lo recuerdas todo. Experimentas todos los niveles de tu yo
multidimensional. Eres mucho más que tu cuerpo o tu cerebro.
Si en algún momento de esta meditación te sientes incómodo con un recuerdo, una sensación o una
experiencia, flota por encima y obsérvalo desde cierta distancia, como si estuvieras en el cine. Si sigues
estando incómodo, vuelve flotando al jardín y quédate ahí descansando, o incluso abre los ojos y recupera
totalmente la conciencia, es decir, despiértate.
Si no te sientes incómodo, quédate con las imágenes y las sensaciones. Siempre controlas la situación.
Flota por encima de tu cuerpo en el jardín... y viaja a una hermosa isla de la antigüedad, rodeada de aguas
azules y turquesas... Es una isla de curación...
Puedes andar por esa playa tan hermosa... Sientes el calor del sol... Sientes la suavidad de la brisa.
Incrustados en el suelo marino, a poca distancia de la playa, hay unos cristales grandes y potentes... Son
cristales curativos.
Los cristales proporcionan una energía curativa al agua.
Entra andando en el agua... Mucho o poco, lo que quieras... Sientes el cosquilleo, la energía curativa del
agua...
La piel y el cuerpo absorben la energía que los cristales han transmitido de los cristales al agua... [Pausa de
quince segundos.]
Ahora imagínate que se te acercan por el agua unos delfines muy dóciles y cariñosos...
Los delfines son Sabios curanderos. Saben justo en qué lugar de tu cuerpo es necesaria la curación...
Señalan esas zonas...
Ayudan a que el agua te cure. [Pausa de treinta segundos.]
Puedes nadar y jugar con ellos si quieres...
Ha llegado el momento de salir del agua, así que despídete por ahora... Siempre puedes volver... cuando lo
necesites o cuando quieras...
Al salir del agua, te das cuenta que te secas al instante... Es un agua muy especial...
Sentado en la playa, piensas en las zonas de tu cuerpo que se están curando...
Utiliza la imaginación y conviértete en la enfermedad...
¿Cómo afectas a esa persona en cuyo cuerpo estás...? ¿Qué mensajes has intentado transmitir...?
¿Qué papel desempeñas en su vida...?
¿Eres útil de algún modo...?
¿Cómo puedes curarte...?
Ahora cambia de papel y vuelve a ser tú... Imagínate tu vida sin la enfermedad...
¿Qué has aprendido de tu enfermedad...?
¿Qué has compensado al faltar la enfermedad...? Imagínate y siente que la enfermedad se ha ido y que tu
cuerpo vuelve a estar completo..., curado..., lleno de luz... [Pausa de treinta segundos.]
Flotas por encima de la playa y regresas al hermoso jardín.
Tu cuerpo se ha llenado en el jardín de una luz hermosa.
Se ha curado y refrescado.
Ahora es el momento de recuperar la conciencia completa.
Al contar del uno al diez, cada número irá despertándote un poco más. Al llegar al diez abre los ojos y
estarás totalmente despierto, controlando completamente el cuerpo y la mente.
Uno... Dos... Tres... Más y más despierto...
Cuatro... Cinco... Seis... Más despierto, te encuentras muy bien...
Siete... Ocho... Ya casi despierto.
Nueve... Diez... Abre los ojos; estás totalmente despierto.
No tengas prisa... Desperézate... y regresa del todo.

Puedes grabar toda la meditación con tu propia voz,o pedirle a otra persona que lo haga. Recuerda hacer las pausas indicadas entre los corchetes pero no decirlas.

Espero que te sea muy útil y cada día te sientas mejor.

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